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6 HÁBITOS PARA TENER UN CEREBRO SANO

Una vida saludable es importante no solo para el funcionamiento del corazón, la presión arterial o la diabetes, sino también para el buen funcionamiento del cerebro. “El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, pero a diferencia de otros órganos, no suele enviar señales de advertencia de que algo no funciona correctamente hasta que el daño es grave. Por ello, su cuidado continuo es muy necesario. Pero si bien hemos internalizado profundamente ciertos hábitos que nos permiten cuidar otras partes de nuestro cuerpo, nuestro cerebro no lo hace.” dijo Jesús Porta-Etesam, vicepresidente de la Asociación Española de Neurología.

  • Fomentar la actividad mental a través de diversas acciones como leer, escribir, bailar, escuchar música, jugar juegos de mesa, realizar actividades creativas y culturales, resolver crucigramas, aprender nuevos idiomas y socializar.
  • Fortalecer los lazos sociales y afectivos para evitar el aislamiento y la falta de comunicación, participando en actividades grupales y colaborando con la comunidad.
  • Mantener una actitud positiva frente a la vida y evitar el estrés, recordando que la risa puede ser una excelente aliada para el bienestar emocional.
  • Incorporar el ejercicio físico moderado de manera regular y evitar el sedentarismo, ya sea practicando deportes o realizando paseos diarios de al menos 30 minutos.
  • Tomar el control de los factores de riesgo vascular, tales como la presión arterial, la diabetes y la hiperglucemia. La hipertensión representa el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cerebrovasculares, como el ictus, así como otras afecciones neurológicas. Asimismo, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus recurrente y enfrentan un peor pronóstico, lo que puede llevar a un aumento en la mortalidad y discapacidad.
  • Proteger el cerebro de posibles agresiones físicas externas mediante el uso adecuado de elementos como cascos o cinturones de seguridad. Es fundamental prevenir las consecuencias de accidentes, especialmente aquellos relacionados con el trabajo y el tráfico.

Por este motivo, es aconsejable adoptar hábitos que favorezcan la salud cerebral desde una edad temprana, con el propósito de preservar este órgano y aumentar las posibilidades de envejecer sin sufrir consecuencias neurológicas negativas.